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FICHA TECNICA.
ALINEACIONES P
2 - Real Madrid: Iker Casillas; Michel Salgado, Karanka, Iván Campo,
Helguera, Roberto Carlos; McManaman, Redondo, Raúl; Anelka (Baljic,
min. 78) y Morientes (Savio, min. 60).
0 - Bayern Múnich: Kahn; Babbel, Fink, Linke, Jeremies, Lizarazu;
Salihamidzic (Santacruz, min. 77), Scholl, Tarnat (Wiesinger, min. 46);
Elber (Jancker, min. 77) y Paulo Sergio.
Goles:
1-0, min.4: Anelka, a pase de Raúl.
2-0, min.32: Raúl hace la pared con Michel Salgado dentro del área
y Jeremies, al querer cortar el balón, marca en su propia meta.
Arbitro: Anders Frisk (Suecia). Mostró tarjeta amarilla a Karanka,
Michel Salgado y Roberto Carlos, del Real Madrid, y a Scholl, del Bayern
Munich. Karanka y Michel Salgado no podrán jugar la vuelta en Múnich
por sanción, al cumplir el ciclo de acumulación de amonestaciones.
Incidencias: Setenta mil espectadores acudieron al estadio Bernabéu.
Césped en buenas condiciones.
· Página
del Real Madrid
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Nicolás
Anelka conectó a las primeras de cambio con Raúl y el Real Madrid, con
un soberbio partido, aplastó a un Bayern de Múnich que pudo llevarse
algún gol más, en una noche de gran fútbol y que permite ya al Real
Madrid tener licencia para soñar con estar en la final de la Copa de
Europa el 24 de mayo en París. Anelka se metió por fin en un partido
serio. Como ya ocurrió en Montjuic, en la Liga, el francés tuvo a Raúl
de surtidor. Para los inocentes que incluso antes del partido creían
que no había química entre Anelka y Raúl, este encuentro les sacó ya
de dudas. Raúl se hartó de enviar balones al hueco a Anelka, para que
interpretase su fútbol: ruptura, desmarque y gol. Una cosa es que Anelka
no sea un tipo que despierte gran simpatía fuera del campo al personal.
Pero en el césped, no hay enemigos. Todos quieren estar en la final
de París. Y ahí el equipo es una piña. Todos luchan por un objetivo
común. Para tocar la gloria, todo el mundo se da la mano. Anelka se
entusiasmó tanto, que acostumbrados a verle caminar sin sangre, hoy
incluso se atrevió a gesticular y protestar por ejemplo una decisión
del árbitro asistente.
El Bayern acusó las bajas de Matthaus y Effenberg
El Madrid estuvo serio. Es decir, jugo al estilo europeo. Con las pilas
puestas desde el primer minuto, con agresividad, con dos centrales -Iván
Campo y Karanka-, apoyados por un tercero, Iván Helguera, que arropa
esa zona de la defensa, y cuyo concurso le convierte a Helguera ya en
un punto de referencia insustituible en el Madrid. El Bayern nunca evidenció
ser un equipo alemán. Ni por presencia ni por sacrificio. Este Bayern
fue una caricatura si se compara con el que tumbó al Madrid hace dos
meses en el Bernabéu. Sin Matthaus, pero sobre todo sin Effenberg, el
Bayern se encuentra a años luz del feroz enemigo que siempre es para
el Real Madrid.
El Madrid jugó con el 'tridente'
Vicente Del Bosque acertó con su apuesta arriesgada. Anelka y Morientes
arriba y Raúl convertido, entre líneas, en un afluente que puso un punto
de locura a Babbel, a Fink y Linke, despistados toda la noche. El gol
tempranero de Anelka dio sosiego al Real Madrid. A los 21 el árbitro
anulo un tanto a Morientes y a los 32 un nuevo túnel de Raúl a Tarnat
permitió a Michel Salgado, en colaboración con Jeremies, aumentar la
cuenta. Hasta los 36 minutos, con un lanzamiento de Tarnat desde fuera
del área que llevaba veneno, el Bayern no metió el miedo en el cuerpo
a Iker Casillas. Fue un primer tiempo para el olvido del Bayern, que
echó de menos la verticalidad de Mehmet Scholl.
En la segunda mitad bajó un poco el ritmo tan intenso del primer acto.
El objetivo del Real Madrid era no encajar un gol. Con esa premisa viajó
a Manchester y puso en la calle al United. A los 60 minutos, Del Bosque
dio entrada a Savio. Morientes, muy trabajador todo el partido, se fue
a la ducha. Savio jugó ese tramo donde él reclama: como punta y echado
a la izquierda. Anelka se fue más al centro y arriba. El francés bajó
el pistón en la reanudación. Erró en el pase en demasía, pero tal y
como ha transcurrido el año, el público se conforma con los retazos
que ofreció. Físicamente, Anelka se fue diluyendo conforme pasaban los
minutos. Y a los 78 minutos se fue molido al vestuario.
Ataque alemán
El Madrid entró siempre bien por las bandas, con Michel Salgado, y McManaman
sobresalientes. Todo el equipo anduvo a un gran nivel, incluido Fernando
Redondo, sólido siempre en las noches europeas. El Bayern intentó tirar
del contragolpe. Con el fuelle de Jeremies, recluido atrás, y con los
libres directos como argumentos, el Bayern intentó sin éxito perforar
el portal de Iker, pues tanto Elber como Paulo Sergio estuvieron sin
rumbo.
El partido se calentó en el último cuarto de hora. Una entrada de Roberto
Carlos a Fink, que le costó la amarilla al brasileño, puso en pie de
guerra al Bernabéu. El envite se endureció. Los nervios aparecieron.
Khan salía de su área para protestar al colegiado. Y surgían los nervios.
Raúl, a los 80 minutos, puso una vaselina de su catálogo, pero Oliver
Kahn, atento, sacó una mano inverosímil y mandó el balón fuera. Ottmar
Hitzfeld sacó al terreno de juego a Jancker, el tanque del Bayern, y
a Roque Santacruz. Buscaba un gol que le diera oxígeno al Bayern en
la vuelta, pero no lo consiguió.
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