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3. Real Madrid: Iker Casillas; Karembeu, Hierro, Karanka, Roberto
Carlos; Helguera, Redondo, Guti (Seedorf, min. 64; Anelka, min. 90),
Savio; Raúl y Morientes (Julio César, min. 88).
1. Rosenborg: Jamtfall; Basma, Johnsen, Hoftun, Bergdolmo; Strand
(Aaraoy, min. 89), Skammelsrud, Berg; Sorensen, Carew y Jacobsen (Winsnes,
min. 50).
Goles: 1-0. Min. 18: Raúl, dentro del área, aprovecha un balón
que dejó muerto el meta noruego tras un disparo de Savio. 1-1. Min.
47: Carew, de cabeza, remata un córner. 2-1. Min. 84: Savio larga un
zurdazo dentro del área que entra por la escuadra. 3-1. Min. 90: Roberto
Carlos, en acción individual.
Arbitro: Michel Piraux (Bélgica).
Incidencias: Unos 18.000 espectadores acudieron al estadio Santiago
Bernabéu. Lorenzo Sanz fue recibido por el público con división de opiniones.
· Página
del Real Madrid
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Savio
Bortolini arregló un partido que pintaba mal para el Real Madrid y con
un soberbio tanto mantiene vivo a su equipo en Europa tras derrotar
al Rosenborg, un rival que parecía muy asequible en el primer tiempo,
pero que se creció nada más salir del vestuario tras el descanso con
el tanto de John Carew.
El Madrid caminaba hacia el empate (1-1), cuando Savio largó un disparo
que vale su peso en oro. Necesitaba esta plantilla un triunfo para elevar
el ánimo. Sin brillo, el Madrid sacó un resultado importante, que fue
refrendado a última hora por Roberto Carlos.
Tan mal está la situación, que el brasileño, nada más marcar el 3-1,
se fue a la banda para dedicárselo a Lorenzo Sanz, su presidente.
El Real Madrid fue bien distinto al de la Liga en el primer tiempo.
Del caos ante el Real Zaragoza, Vicente Del Bosque sacrificó a Bizzarri,
a Julio César y a Seedorf. Volvían Fernando Hierro y Redondo. Ambos
quisieron echar un cable al club en un momento delicado. Sin estar totalmente
recuperados, no se escondieron. Actuaron al límite, se jugaron el tipo
y metieron la pierna.
El Madrid ganó consistencia atrás. Hierro tuvo de ayudante a Aitor Karanka,
que por fin salió airoso del Bernabéu. El jugador de Vitoria rebañó
con serenidad todo el trabajo defensivo. Hierro estuvo notable, a pesar
de fallar un penalti en el minuto 43. Un derribo de Hoftun a Morientes
lo lanzó el capitán del Real Madrid, pero Jorn Jamtfall le adivinó la
intención a Hierro.
El Madrid puso rabia
El Real Madrid puso rabia en su juego. El equipo y la directiva están
contra las cuerdas y era necesario no sólo el ardor guerrero, sino también
un plus de buen juego. Y sí lo conseguía plasmar el Real Madrid en el
campo. Redondo y Helguera fabricaron buen fútbol, tocaron de primeras
todos los balones y ciertamente casi se pudo ver en algunos momentos
al mejor Real Madrid del año, si bien era fácil la misión porque el
nivel estaba por los suelos. Pero este espejismo duró sólo veinte minutos.
Raúl abrió el marcador. Pudo irse el Madrid con un resultado más amplio
al descanso. Fernando Morientes estuvo pletórico y mereció algún gol.
El Rosenborg, un equipo maduro ya en Europa, tiene oficio, pero al tridente
Sorensen, Carew y Jacobsen le costó manejar el partido.
El segundo tiempo comenzó con mal pie para el Madrid. El primer tiro
a puerta del Rosenborg se fue a la red. Era la primera pelota que tocaba
John Carew, un gigantón de 1,95, que sacó provecho de su altura para
sorprender a Iker Casillas. En la reanudación cambió el decorado. Si
el Real Madrid sacó la cabeza en el inicio, el Rosenborg se crecía conforme
pasaban los minutos. El tanto de Carew hizo mucho daño. Skammelsrud
comenzó a funcionar y el conjunto noruego buscó la contra para atemorizar
a su rival.
El público se impacientó y la pagó con Guti. No estuvo fino el interior
madridista. Y la bronca la sufrió él. Cada vez que tocaba la pelota,
los pitos retumbaban en el césped. El Madrid no funcionaba, Iván Helguera
tampoco desbordaba por la derecha, su nueva demarcación, y Del Bosque
buscó fuelle con Seedorf. Guti se fue al banquillo. Se olvidó el Real
Madrid de jugar como colectivo. Cada uno hizo la guerra por su cuenta.
Savio pecó de individualista y Raúl no recibió tantos balones como en
la primera mitad. El partido se ponía cuesta arriba. Con las fuerzas
justas, el Madrid tiró de la casta para ganar. Y, primero, Savio, y
luego, Roberto Carlos, empujaron a sus compañeros hacia un triunfo que
llega para ellos en el momento oportuno. .
Lorenzo Sanz lloró
Lorenzo
Sanz, presidente del Real Madrid, no pudo aguantar la tensión que se
vivió en el palco del estadio Santiago Bernabéu y, cuando el brasileño
Roberto Carlos le dedicó el 3-1 desde el césped, lloró de emoción.
El partido pintaba mal para el Real Madrid con el 1-1 en el marcador
a falta de cinco minutos para el final del envite. Savio, primero, y
Roberto Carlos después, llevaron la alegría a la junta del Real Madrid,
que respiró tranquila en el palco con este resultado (3-1). Los directivos
del Madrid se abrazaron y celebraron el triunfo en medio de un ambiente
de gran emoción.
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