Los
lectores del 'Toronto Star' emitieron su veredicto
antes de disputarse el 'Uno contra Uno' . En una encuesta
publicada por ese diario canadiense, el 68 % apostaba
por su compatriota Bailey. Sólo el 32 % esperaban
la victoria de Michael Johnson.
El duelo se dirimía en muchos estratos. La
ortodoxia de un Bailey con una potencia descomunal
ante la heterodoxia de la "esfinge" Johnson.
La fuerza contra la resistencia.
El psicólogo de Bailey logró convencer
a éste de que iba a ganar, a pesar de que once
horas antes, el canadiense y su entrenador estuvieron
discutiendo con los organizadores sobre la curva de
la carrera, que, según ellos, tenía
85 metros en vez de los 75 que se habían firmado
en el contrato.
La polémica no afectó a Donovan, que
practicamente ganó la carrera en la salida.
Su pùesta en acción fue maravillosa
y mucho mejor que la de su rival. A los 40 metros
casi le había anulado la compensación.
Al entrar en la recta, los dos atletas iban muy igualados.
Fue entonces cuando Johnson hiza "crack".
Se echó la mano a la pierna y se paró.
Bailey, sin apretar, paró el crono en el 14.99.
10 millones por segundo.
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