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Abel Antón, celebrando con su familia, el oro logrado en Sevilla


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  ATLETISMO. RESUMEN DEL AÑO
Diciembre 99
 
LOS ATLETAS SORIANOS HAN ESCRITO LA MEJOR PÁGINA DEL ATLETISMO ESPAÑOL
Antón disputa a Cacho el título de mejor atleta español de la historia
Abel Antón ha logrado, con su segundo título mundial consecutivo de maratón, arrojar una sombra de duda sobre el verdadero depositario del título honorífico de mejor atleta español de la historia, hasta este año adjudicado sin discusión a su paisano Fermín Cacho.
Soria, la provincia más deshabitada de España (sólo 92.000 habitantes en todo su territorio), ha dado, sin embargo, al atletismo español sus dos productos más acabados y de trayectorias más brillantes.
El domingo 28 de agosto los aficionados españoles se congregaron por miles en las calles de Sevilla para asistir, bajo un calor sofocante, cercano a los 40 grados, al desarrollo de la carrera de maratón, en la que varios españoles, principalmente Antón, Fabián Roncero y Martín Fiz, partían como favoritos.
El curso de la carrera llevó el desánimo al público español: una ciática obligó a Roncero a retirarse y en el grupo de cabeza sólo quedaba, ya en fases decisivas de la prueba, el veterano Abel Antón, de 36 años, que defendía su corona de olivo conquistada dos años antes en el estadio Panathinaikos de Atenas en pugna con Martín Fiz. Antón maniobró de modo que a dos kilómetros del estadio de la Cartuja ya estaba solo en cabeza y en esa circunstancia sólo una lesión podía impedirle volver a coronarse.
El estadio estalló en un clamor cuando el soriano irrumpió en la pista y saludó con sus largos brazos al público entusiasmado. Sólo unos minutos antes el asturiano Yago Lamela se había batido por el oro con el cubano Iván Pedroso en la final de longitud. Lamela hubo de resignarse, como cinco meses antes en los Mundiales en sala de Maebashi (Japón), al segundo puesto, pero apuntaba con su solidez a futuros duelos con el antillano en grandes competiciones. Niurka Montalvo, que como cubana había conquistado el subcampeonato mundial en 1995, como española escaló en Sevilla hasta el peldaño más alto del podio al saltar en el último intento de la final de longitud 7,06 metros, dejando atrás a una desconsolada Fiona May, que también sabía de cambios de nacionalidades (antes británica, ahora italiana).
El barcelonés Reyes Estévez logró la cuarta medalla para España -esta de bronce- en la final más trepidante de 1.500 en los anales de la alta competición. Adil Kaouch rindió pleitesía a su compatriota y plusmarquista mundial Hicham El Guerruj al sacrificarse en aras de una carrera rapidísima que acabó en 3:27.65. La altísima velocidad de crucero impuesta por el marroquí frustró las esperanzas de Reyes Estévez, que llegó con El Guerruj al toque de campana y confiaba en plantarle cara en el "sprint", pero también las de Fermín Cacho y el coruñés Andrés Díaz, que habían llegado a la final en gran forma. Estévez, perdida la ilusión por el oro, no se planteó como objetivo subordinado la conquista de la plata, de tal manera que el joven keniano Noah Ngeny se alzó sin grandes agobios con el segundo puesto por delante de los tres españoles.
La asturiana Ana Amelia Menéndez cerró con un honroso octavo puesto en la final de 1.500 la actuación española en los Mundiales de Sevilla y recogió el testigo de la alavesa Maite Zúñiga que, a punto de colgar las zapatillas, no pudo acceder, como anhelaba, a la final mundialista. El año 1999 acabó con los dos récords españoles más antiguos en categoría masculina: el de 3.000 metros obstáculos y el de longitud.
La marca de Domingo Ramón en los Juegos de Moscú'80 (8:15.74), que había durado 18 años y 301 días, cayó con estrépito el 28 de mayo en Sevilla gracias al madrileño Luis Miguel Martín Berlanas con un registro de 8:11.18 que durante varios días fue la mejor marca mundial del año de 3.000 m. obstáculos. El 22 de mayo, en Jerez de la Frontera, Yago Lamela, con un salto de 8,26 metros, acabó con 18 años y 271 días de reinado de Antonio Corgos en las tablas de longitud. Niurka Montalvo batió también el récord histórico de Sandra Myers, que tenía más de 10 años de antigüedad, al saltar 6,69 metros el 8 de mayo en Valladolid.
   
 
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