El 630i es un coche que no deja indiferente. Basta con aparcarlo en la acera de enfrente, pedir un refresco, algo de picar... y disfrutar del carrusel de personas que se detienen a curiosear. Hay de todo: desde los chicos más jóvenes, que se sienten atraídos por su afilada línea delantera; hasta los menos niños, que se acercan a observar detenidamente su elegante diseño dando vueltas y vueltas alrededor del coche, tapando el reflejo del sol con la mano para 'espiar' bien su interior.
Los más curiosos examinan a conciencia la parte posterior, quizá la parte del coche que menos se asemeja a los BMW de nuevo cuño. Visto de frente, el coche recuerda un poco al mítico 'tiburón' de Citröen. El paso de ruedas es agresivo y los neumáticos que monta BMW para este modelo son los Potenza RE050 de Bridgestone, gomas RFT que complementan a la perfección el sistema de aviso de pérdida de presión de neumáticos. Este coche está disponible con carrocería coupe y descapotable, y con cambio manual o automático, de seis velocidades en ambos casos.